Brújula Magnética Casera

Brújula Magnética Casera

Con una aguja, un tapón y un imán podrás orientarte y saber dónde esta el norte magnético de la Tierra al igual que los marinos chinos

Magnetismo

El campo magnético de la Tierra provoca la alineación de la aguja de la brújula…

Con el término magnetismo se designa al conjunto de fenómenos producidos por los imanes y las corrientes eléctricas, y en los que los materiales ejercen fuerzas de atracción o repulsión entre ellos. El níquel, el hierro, el cobalto y sus aleaciones presentan de forma natural propiedades magnéticas detectables, por lo que son llamados imanes. Otros materiales, los materiales paramagnéticos, por ejemplo el hierro, adquieren dichas propiedades –magnetizan- por la influencia de un campo magnético, es decir, se ven atraídos por los imanes permanentes. Dichas propiedades magnéticas desaparecen una vez que se retira el campo externo.

Brújula Magnética Casera

El flujo del hierro y del níquel fundido alrededor del núcleo sólido de la Tierra desencadena una corriente eléctrica que genera el campo magnético del planeta. Este campo protege a la Tierra de partículas intensamente cargadas procedentes del Sol, generando las espectaculares auroras boreales.

Como consecuencia de cambios rápidos en el movimiento del líquido, se producen cambios repentinos en el campo magnético de la Tierra, debilitándolo en ciertas regiones. Ello provoca que las radiaciones de partículas procedentes del Sol penetren en la Tierra, con lo que equipos técnicos y de radio se pueden ver afectados, pudiendo llegar a dañar el equipamiento electrónico de los satélites y de los aviones. Estos cambios pueden indicar la posibilidad de una próxima inversión del campo geomagnético, algo que ya ha sucedido cientos de veces a lo largo de los últimos mil millones de años.

Material Necesario

Tapón de refresco.

Alfiler de coser

Imán

Instrucciones

1. Rellena el tapón con agua.

2. Frota el alfiler, siempre en el mismo sentido, con el imán.

3. Deposita suavemente la aguja imantada sobre la superficie de agua y hazla rotar suavemente. Se puede atravesar un corcho por el alfiler para que se consiga la flotabilidad de una forma más ruda.